Según un informe de la OMS publicado en noviembre de 2017, CBD es seguro y bien tolerado en humanos y animales. Y no está asociado con ningún efecto negativo para la salud pública.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud no ha encontrado resultados adversos para la salud, sino varias aplicaciones médicas para CBD e el aceite de CDB.
Los expertos declararon además que el CBD no es psicoactivo y no induce dependencia física. Además, el CDB "no está asociado con el potencial de abuso". La OMS también escribió que, a diferencia del THC, tampoco las personas se están alejando del CDB.
"Hasta la fecha, no hay evidencia del uso recreativo de CBD ni de ningún problema relacionado con la salud pública asociado con el uso de CBD puro", escribieron. De hecho, la evidencia sugiere que el CBD mitiga los efectos del THC. Sin embargo, los autores señalaron que la investigación ha confirmado oficialmente algunos efectos positivos del químico.
CBD como un tratamiento efectivo
La OMS determinó que el CBD "se ha demostrado como un tratamiento eficaz para la epilepsia" en adultos, niños y animales y que existe "evidencia preliminar" de que El CBD podría ser útil para tratar la enfermedad de Alzheimer, el cáncer, la psicosis, la enfermedad de Parkinson y otras afecciones graves.
En reconocimiento de este tipo de descubrimientos en los últimos años, el informe continuó: "Varios países han modificado sus controles nacionales para acomodar el CBD como un medicamento".
Guerra contra el CBD en los Estados Unidos
Pero Estados Unidos no es uno de ellos. Como componente de cannabis, el CBD permanece clasificado como sustancia controlada de la Lista I, lo que significa que tiene un "alto potencial de abuso". Sin embargo, el "uso médico no autorizado" de CBD es bastante común, según los expertos.
Para muchos usuarios de CBD en los EE. UU., El estado mayoritariamente no autorizado e ilegal de la sustancia crea problemas, especialmente como una ola de compras en línea y en tiendas. Aceite CBD y los extractos han permitido a los pacientes seguir el proceso de tratamiento.
Como informó la NORML, una organización sin fines de lucro sobre la reforma del cannabis, la OMS está considerando cambiar el lugar del CBD en su propio código de programación de medicamentos. En septiembre, NORML presentó un testimonio escrito a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) oponiéndose a la promulgación de restricciones internacionales sobre el acceso al CBD.