Hace aproximadamente un cuarto de siglo, la vida que conocía se detuvo inesperadamente debido a un accidente casi mortal cuando un camión me atropelló. Después del accidente, mi atrofia del cerebro y el cuerpo fue diagnosticado. Se han producido traumatismos craneoencefálicos y de la médula espinal. Esto se reflejó en ataques epilépticos incontrolables.
La historia de Debbie sobre tragedia, epilepsia, cáñamo y esperanza
Aunque lo intenté muy duro, no pude volver a la vida cotidiana entre otras personas. Perdí mis órganos digestivos y la pérdida crónica total fue visiblemente firmada por mí. Solo tuve años de mi vida acompañados de convulsiones crónicas severas que me han estado torturando todos los días. He intentado ayudar con diversos medicamentos y procedimientos curativos, pero han caído en línea completa cada vez. Debido a complicaciones médicas tan graves, ni siquiera pude someterme a la cirugía cerebral necesaria.
Esperanza y ayuda de una planta llamada cáñamo
¡Hoy me siento como 27 hace años!
Cáñamo me alivió de mi crónica epiléptico ataque de dolor.
Cáñamo tiene poder de curación igual a los cientos de medicamentos recetados que tomé a diario.
Cáñamo reemplacé el casco, el soporte para el cuello y el pañal que llevaba puesto durante años.
Cáñamo me enseñó que el cerebro y todos los demás órganos se pueden curar.
Cáñamo me abrió los ojos a cuántas personas sufrieron y murieron completamente innecesariamente.
Cáñamo me ha permitido escribir y ahora puedes leer este artículo en el otro extremo del mundo.
Cáñamo me enseñó que el tratamiento sin el uso regular del cáñamo es solo crueldad.
Cáñamo era exactamente el milagro que estaba buscando, y me alegro de que el cáñamo me haya convertido una vez más en una persona de pleno derecho.
Debbie Wilson
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